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Arquitectos: Hugo Ferreira Arquitectos, Nuno de Melo e Sousa; Nuno de Melo e Sousa, Hugo Ferreira Arquitectos
- Área: 300 m²
- Año: 2016
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Fotografías:José Campos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un edificio en un sitio privilegiado en diálogo con el emblemático puente D.Luís I, el río, frente a las casas y la Ribeira de Porto, incrustado dentro de un paisaje único que nos lleva donde el Duero cruza el horizonte. Construyendo sobre la parte superior de esta área protegida bajo la bandera de la Unesco, con su encantador carácter histórico, fue un delicado proceso - una reflexión profunda hecha de restricciones muy fuertes.
El edificio existente, venido a menos por el abandono y lleno de complementos, tenía que adaptarse a un nuevo tipo de uso: apartamentos para el turismo local. En cuatro plantas y midiendo 13.80m por 7,20 m, era necesario organizar cinco estudios independientes para un uso flexible, un ático, una recepción, una cocina común, oficina y áreas técnicas.
Dadas las limitaciones de la debilidad del edificio, las paredes perimetrales gruesas de granito restantes, y el nuevo uso programático, el concepto de diseño sirve a tres estructuras principales:
1- un eje longitudinal de hormigón que sirve como columna vertebral de apoyo a la estructura existente y para resolver todas las necesidades técnicas: baños, cocinas, conductos verticales, iluminación y el ascensor. Con esta disposición, los estudios se convirtieron en espacios abiertos y la vista longitudinal: el patio frente al Oporto, el Duero, los puentes, y el océano.
2 - una escalera, alineada con la columna de hormigón, conecta todas las plantas y las diferentes áreas exteriores.
3 - un volumen nuevo, asumido como una adición, revestido de piedra pizarra negra típica, un apartamento de dos dormitorios con una gran sala de estar frente a las mejores vistas panorámicas hacia Oporto.
La propuesta se expresa a lo largo de una sección longitudinal, entre los márgenes de la reconstrucción, la nueva estructura y las áreas del patio trasero, desde el nivel de la calle hasta la parte superior. Estas relaciones mejoran la experiencia interior del edificio, enmarcando la obra de construcción desafiada por las condiciones sobre el espacio y la luz, que se convirtieron en los temas de diseño, articulando los diferentes niveles de privacidad dentro del granito excavado, en tensión con las escaleras escultóricas, la colina de concreto hacia atrás y el puente D.Luís I.
Desde el interior, el edificio revela la narrativa estructural y conceptual. Las losas y muros de hormigón muestran la columna vertebral que sostiene los muros gruesos de granito, con las ventanas existentes como vistas enmarcadas. Y el ático, ya que es un ático, es blanco!